LA MUY ANTIGUA, PONTIFICIA, REAL E ILUSTRE HERMANDAD SACRAMENTAL DE NUESTRA SEÑORA DE LAS ANGUSTIAS, PATRONA DE GRANADA Y SU ARCHIDIÓCESIS, CELEBRÓ LOS CULTOS DEL SEGUNDO VIERNES DEL MES DE MARZO DE 2025

El pasado día 14 de marzo, de 2025, segundo viernes del mes de marzo de 2025, tuvo lugar en la Basílica de la Virgen de las Angustias la celebración de la Eucaristía de las veinte horas, y la procesión con el Santísimo por las capillas de la Basílica. Asistió a esta Celebración miembros de la Junta de Gobierno de la Hermandad, presidida por el Hermano Mayor, D. Antonio González Martín, acompañados por numerosos hermanos de los diferentes cuerpos de la Hermandad.

La Eucaristía y la procesión estuvo presidida por D. Cristhian José Hernández Durán, Vicario Parroquial de la Basílica de la Virgen de las Angustias, ayudando como monaguillo, D. Manuel Alejandro Amador, Archivero de la Hermandad y gran historiador y sobre todo gran devoto y amante desde pequeño de la Santísima Virgen de las Angustias, devoción que heredó de su abuela desde muy pequeño, y que después fue fomentada por D. Rosendo, Decano de los Horquilleros, que fue quien lo llevó a la Basílica, siendo muy bien acogido por la Seño Mari Carmen Vílchez, y por D. Carlos Torres Quirantes, Párroco de la Basílica en aquella época.

Las lecturas y peticiones fueron realizadas por miembros de la Hermandad Sacramental de la Virgen de las Angustias.

D. Cristhian, después de saludar a todos los presentes, centró su homilía en saber perdonar a los demás, incluso para aquellos que nos pueden odiar. Contó un episodio que le ocurrió a él, al presidir su primera misa y tener que hacerlo con una persona que le había hecho mucho mal y cómo compartió el Pan con él y al consagrar tomó la decisión de no liar las cosas y procurar el perdón, que no fue nada fácil, pero la Eucaristía le dio toda la fortaleza para limpiar el corazón de toda pena, amargura y tristeza. Terminó con estas palabras: “Que en esta Cuaresma, pidamos a Dios que nos dé la gracia de estar en paz, que nos dé el perdón y de perdonar… Cuando me confesé, después, el Sacerdote me dijo algo muy sabio y muy positivo: Mira hijo, quién quiere usted que esté presente el día de su funeral? Yo le contesté a mi familia y mis amigos. ¿Y esa persona? Yo no quiero que esté, se lo dije humanamente. Dijo: pues ¡qué tonto! ¿no? Si no quieres que esté cuando mueras, ¿por qué le permites que esté con ese odio mientras vives? En nuestra vida también tenemos que aplicar esto: Vivir tranquilos, vivir en paz, y si no queremos que tales personas no estén cuando morimos, pues tampoco que estén en nuestro corazón lleno de odio mientras estamos viviendo. Es absurdo vivir esclavizados del odio. Que Dios nos ayude a liberar nuestra mente y nuestro corazón y a vivir la alegría y la libertad del perdón. A Él sea la gloria, el honor y el poder por los siglos de los siglos, amén.”

Terminada la Eucaristía, se tuvo la procesión con el Santísimo, bajo palio, por las capillas de la Basílica, que terminó con la bendición con el Santísimo en la custodia desde el altar mayor. La Basílica estuvo bastante concurrida también de fieles, que siguieron con mucha devoción y recogimiento esta procesión y bendición.

Dña. María Angustias Linares, organista oficial de la Basílica, con el órgano y con sus cantos muy bien entonados, realzó y solemnizó esta celebración, que terminó sobre las nueve y cuarto de la noche.

Crónica y fotografías realizadas por Antonio Joaquín Mezcua Roelas.

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