CELEBRACIÓN DE LA CONVIVENCIA DE LOS GRUPOS PARROQUIALES, INTEGRADOS EN LA BASÍLICA DE LA VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS, EL DÍA 27 DE ABRIL DE 2025

El pasado domingo, día 27 de abril de 2025, tuvo lugar la Convivencia Anual que se viene celebrando en estos últimos años en la Basílica de la Virgen de las Angustias de Granada.

Fueron más de cincuenta personas, pertenecientes a las distintas realidades que funcionan en la dinámica de la Basílica, las que han asistido a este encuentro. El Lema propuesto para la convivencia ha sido: “JUNTOS ABRIMOS CAMINOS A LA ESPERANZA”.

Desde las diez de la mañana, varios miembros de la Hermandad de la Virgen de las Angustias, con su Hermano Mayor al frente, D. Antonio González Martín, iban dando la bienvenida a todas las personas, que iban llegando a la misma, entregándoles, para elegir, distintivos de 5 colores diferentes, con objeto de formar 5 grupos para el estudio de los temas propuestos y en el que cada uno ponía su nombre.

A las diez y media y en el salón de actos del Colegio Parroquial, D. Blas Gerardo Gordo Jiménez, Párroco de la Basílica, inició la convivencia diciendo, después de dar la bienvenida a todos a esta jornada gozosa, que en ella se nos presenta la oportunidad de poder reunirse todos los grupos que componen la dinámica de la Parroquia y poder conocerse y compartir las experiencias que se llevan a cabo durante todo el año. A continuación se tuvieron los laudes, dirigidos por las Comunidades Neocatecumenales.

D. Blas, tomó la palabra y se refirió al fallecimiento del Papa, recordando entre todos frases significativas que a lo largo de su pontificado ha ido diciendo y que de una forma u otra nos han impactado por su mensaje en muchas de ellas. Después recordó como este año la Basílica de la Virgen de las Angustias es Templo Jubilar con las actividades que ello conlleva. Explicó el tema sobre el que se va a trabajar por grupos: “Caminar por el mundo: UBUNTU”, palabra que significa: “Yo no soy, si tú no eres”, sacada de la experiencia de una antropóloga en una tribu africana. Ella organizó una competición entre los niños de aquella tribu y el premio consistía en una maravillosa cesta de frutas para el ganador. Cuál fue sorpresa cuando el ganador se rodeó de todos los participantes en el juego y les repartió a todos las frutas. A la pregunta de por qué repartió las frutas entre todos, él contestó: Ubuntu.

A continuación se crearon cinco grupos para estudiar y hacer propuestas, sobre tres preguntas referidas a la competición y colaboración; la acogida; y la vivencia comunitaria. Cada grupo ocupó uno de los salones parroquiales y allí formularon sus propuestas, y como resumen cada grupo realizó una conclusión que se leyó en la celebración de la Eucaristía.

Sobre las dos de la tarde se tuvo la comida gozosa con alimentos compartidos, aportados por todos los asistentes. Una vez terminada la comida se tuvo un momento de divertimiento y alegría, que dirigió Cristhian Hernández, Vicario Parroquial de la Basílica, acompañado de su guitarra, interpretando canciones populares, que todos conocían y la mayoría también cantaba y alguna específica de su folclore natal. Verdaderamente fueron unos momentos muy divertidos y gratificantes por su voz cantarina de un excelente timbre y arte musical. Nadie quería que aquello terminara por el disfrute experimentado. La celebración de la Eucaristía, a las cinco, en el Catecumenium “San Juan Pablo II”, puso el broche de oro a esta fructífera y gratificante convivencia de la que dan fe las fotos de esta convivencia. Crónica y Fotografías realizadas por Antonio Joaquín Mezcua Roelas

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