Saludo en el día de la Virgen

La Virgen de las Angustias

Buenas días en esta jornada grande de Nuestra Madre.

Esperamos un día radiante para que la Patrona de Granada nos alumbre con la luz que le caracteriza, luz de amor y de gracia.

Felicidades a todos los miembros de la Hermandad. Culminamos hoy un mes intenso de culto y de fervor. Gracias a quienes lo habéis hecho posible. Este es nuestro día. Dios nos lo regala para disfrutarlo en torno a la Madre, para compartir vivencias en familia, para recordar a quienes no han podido venir y especialmente a los que se marcharon a la casa del Padre.

La Virgen de las AngustiasDos reflexiones breves exige este día. La primera es de cara a vosotros. Nuestra procesión de triunfo es una manifestación de fe. ¡Vivámosla así! Dejemos de lado nuestros intereses y preferencias, mantengamos el orden en todo momento, obedezcamos las indicaciones de quienes velan por la buena marcha de la procesión, tratemos a todos con respeto y con la sonrisa que sabe arrancar nuestra Madre. Así daremos testimonio de nuestra fe y el ejemplo que Granada entera espera. Recordad, hermanas cofrades, horquilleros, palieros, oficiales, cada uno tenéis un cometido preciso en la procesión y todos uno superior: acompañar a nuestra Patrona.

La segunda reflexión deriva de la anterior. Nuestra actitud y nuestro testimonio adquieren un sentido mayor cuando consideramos cuántos fieles estarán esperando en las calles. Como solemos decir, en este día la Virgen devuelve la visita a quienes la buscan en la Basílica a lo largo del año, pero hay mucho más, personas venidas de fuera, alejados que sólo en esta ocasión tienen contacto con el hecho religioso, indiferentes, gentes en suma de toda edad y condición. Algo les mueve a acercarse para ver a la Virgen. Ni sospechamos el bien que podemos hacer llevándoles a nuestra Madre. Sólo Dios lee el corazón del hombre y a él fiamos nuestras intenciones en este día sublime, donde la tradición palidece ante la fe viva de un pueblo que le pide, que le reza, que le aclama…

Estemos, por tanto, a la altura de estas circunstancias.

¡Feliz día de la Virgen!

 

El Hermano Mayor

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